Torredelcampo, allá por el año 1243 cuando Fernando III el Santo conquistó este lugar, previo a la conquista de Jaén que se efectuó tres años más tarde, es decir en el 1246, era, como la mayor parte de los pequeños pueblos de la actual provincia de Jaén, que dependía de una autoridad real.

Torredelcampo estaba en el término del Concejo de la ciudad de Jaén, junto con el Burrueco, Garcíez, Aldehuela, etc. Por el contrario, Torredonjimeno y Jamilena pertenecían al señorío de la Orden de Calatrava.

A partir de los siglos XIV y XV, toma gran fuerza la "Mesta" organización ganadera que poseía una serie de caminos para trasladar los ganados de unas zonas a otras según la estación del año. Pues bien, muy cerca del núcleo urbano nuestro pueblo pasaba uno de esos caminos o "cañadas" llamadas "Cañada Real de Cuesta Rasa", comunicando los pastos de montaña con la campiña del Guadalquivir. Parte de ese itinerario es el camino que desde la carretera nacional 321, parte de la urbanización de "Megatín" y continúa adentrandose en la sierra. Aún, hoy en día algunos agricultores se están apropiando de parte del terreno que pertenece a dicha Cañada Real, lo cual está terminantemente prohibido.

A lo largo del siglo XVI vemos como iba evolucionando la población de Torredelcampo: año 1505, 1917 habitantes, año 1535, 1971 habitantes; año 1561, 2660 habitantes y año 1588, 3006 habitantes.

Un documento de 1752, que viene a ser como un censo de bienes y personas afirma que había en Torredelcampo : un molino de harina; dos de zumaque (árbol del que se extrae el tanino utilizado en el curtido de los cueros); cinco de aceite, seis hornos de cocer pan;

Así llegamos a una fecha muy importante en la historia de nuestro pueblo: el 10 de Junio de 1804, en la que está fechada la Real Cédula firmada por Carlos IV de Aranjuez, por la que se segregaba a Torredelcampo y se le concedía el Privilegio de Villa.

A partir de aquí llegaron unos comisionados por la autoridad real para llegar a cabo el proceso legal de la segregación (un Juez, un receptor y un Aguacil), los vecinos expresaron su obediencia a la decisión de su Majestad.

Con lo que quedó del todo finalizado dicho vecindario que dio el siguiente resultado: veintidós calles; quinientas ocho casas y dos mil setecientos cincuenta y cuatro vecinos.





Facundo Moral Escribano Copyright 2.001